lunes, 27 de febrero de 2012

Encuentro/debate Tierradenadie-Youkali, viernes 2/03 a las 19:30 horas

Os invitamos al encuentro/debate con la editorial Tierradenadie ediciones y a la presentación del nº12 de la revista digital Youkali, monográfico sobre el 15-M. Será el viernes 2 de marzo a las 19,30 en Enclave. Un encuentro político con los editores y colaboradores de la revista y de la editorial sobre la perspectiva y el presente del movimiento.
Nos acompañarán: Montserrat Galcerán, Mayte Aldaz, Mario Domínguez, Matías Escaleras, Aurelio Sainz Pezonaga y Juan Pedro García del Campo.

Tierradenadie ediciones publica libros que no son mercancías. Es un instrumento editorial que, en su organización misma, impide su conversión en maquinaria de producción de capital: en tierradenadie ediciones no hay beneficios privados. Los libros que publica construyen una crítica de la dominación y son herramientas para la transformación social.
http://tierradenadieediciones.com/tierradenadie/
Youkali: revista crítica de las artes y el pensamiento es una publicación semestral en línea que forma parte del proyecto global de la editorial independiente Tierradenadie Ediciones desde hace siete años. Y quizás sea Youkali, precisamente, la herramienta con la que Tierradenadie cumple mejor su objetivo programático de publicar obras y escritos que no sean mercancías. La revista en línea, Youkali, es una publicación abierta y enteramente gratuita, sin publicidad y no vinculada a ninguna institución estatal o empresa privada, en la que los colaboradores ofrecen su trabajo como un don que se comparte http://www.youkali.net/
El nº 12 de Youkali es especial en varios sentidos: se reúnen ocho intervenciones teórico-políticas que, analizando con miradas diversas vertientes distintas del movimiento, constituyen un prisma tan plural como la propia realidad con la que pretenden debatir. Así, Aurelio Sainz Pezonaga aborda el problema de la complejidad y la hegemonía de los movimientos en diálogo con M. Hardt y A. Negri y proyecta sus conclusiones sobre el 15M. Germán Cano realiza un exhaustivo recorrido por las reacciones que el movimiento 15M ha despertado en las diferentes sensibilidades políticas existentes. Montserrat Galcerán da cuenta de la participación de las feministas en la acampada de la Puerta de Sol y de la importancia de entender los movimientos sociales en tanto que necesariamente entrelazados. El modo en que las nociones del pensamiento de Spinoza operan en estado práctico en las acciones del 15M es defendido por Juan Domingo Sánchez Estop en su “Spinoza perroflauta”. Y José Luis Moreno Pestaña enmarca el movimiento en la lucha contra el neoliberalismo, en la reafirmación generacional y en la práctica asamblearia. Por medio del concepto de táctica en tanto que opuesto al de estrategia, Eduard Ibáñez Jofre busca exponer la novedad del 15M y su fuerza inmanente. Por su parte, Cristopher Morales Pinilla realiza una crítica incisiva a los aspectos más reformistas del movimiento cuando, atacando a las consecuencias, parece olvidarse de las causas sistémicas de la situación actual. Fialmente, J. S. De Montfort subraya el aspecto más informe del 15M, aquel que podríamos comparar metafóricamente con un grito, desde la perspectiva de la producción literaria.

Os esperamos,

sábado, 18 de febrero de 2012

Presentación MAQUIS domingo 19 a las 13:00 horas

MAQUIS
Intervienen el autor RUBEN BUREN
Alfonso Domingo, Santiago Oset
Lectura Dramatizada a cargo de Teatro El Noema

1949. La gente trata de sobrevivir a la dura posguerra. Algunos quieren olvidar y otros seguir luchando desde las guerrillas del monte, el maquis, contra la cruenta dictadura. El odio, el miedo y el silencio se encierran en cada casa.



Dramaturgo y profesor de teatro, Ruben Buren (Madrid 1974), formado en la desaparecida Escuela Libre de Interpretación (ELI) de Sanchis Sinisterra, ingresó después en la rama de dramaturgia en la RESAD. Como profesor y director de teatro, ha ganado varios premios, entre los que cabe destacar los de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y la UCM. Como actor y humorista, ha conseguido premios de Teatro y Café-teatro de carácter internacional con el Duo Desacordes. Ha publicado la novela El coleccionista de colores (Lf Ediciones, 2004) y próximamente publicará su segunda novela, Madrid, 1949
Ha estrenado 5 obras de teatro: Dime una mentira (La Coruña 2005); España 82 (Madrid, 2007); Maquis (Buenos Aires, 2007); Próxima Estación (Madrid, 2008) e Historias del Abandono (Caracas, 2009).
Ha trabajado como guionista de televisión en TVGA y compagina su labor teatral y literaria con otras artes, como la pintura el humor y la música.
Alfonso Domingo (Turégano, Segovia, 1955), ha trabajado en prensa escrita, radio y televisión. Periodista especializado en información internacional y reportero de guerra, como director de documentales es asimismo autor de doce series: en total más de cien trabajos, algunos doblemente galardonados. Especialista en la guerra civil española y la postguerra, ha publicado ensayos de historia oral como El Canto del búho (2003), Retaguardia (2004), Historia de los Españoles en la II Guerra Mundial (2009), así como la novela biográfica El ángel rojo (2009). Con El espejo negro ha obtenido el Premio Ateneo de Sevilla en 2011.
Santiago Oset es editor de TIEMPO DE CEREZAS

martes, 14 de febrero de 2012

Lectura Poética - Humedades de Noé Ortega 18/02 a las 19:30


Noé Ortega: Humedades

El próximo día 18 de febrero a las 19:30, en la librería
Enclave de Madrid, Noé Ortega leerá poemas de su plaqueta
Humedades, editada en 2012 por la colección de
poesía Las armas milagrosas.
La presentación de la lectura correrá a cargo de Julio
Monteverde.

La actividad de Noé Ortega (Madrid, 1984) se desarrolla en el ámbito del surrealismo, del que forma parte desde 2005 como integrante del Grupo surrealista
de Madrid. Hasta la fecha ha participado en la revista Salamandra y el periódico El Rapto, órganos de expresión del grupo, así como en otras publicaciones
y proyectos colectivos, entre los que cabe destacar Situación de la poesía por otros medios a la luz del surrealismo, The exteriority crisis, Hydrolith
y Phosphor. Es coeditor de la revista Anémona, así como de la colección de plaquetas de poesía Sol y sombra, de próxima aparición.

viernes, 3 de febrero de 2012

Inauguración EXPOSICIÓN AUTORRETRATOS DE ESTANCIAS - Leticia Vera - 3/02 a las 19:30 horas‏

Querid@s soci@s, Os invitamos el próximo viernes 3 de febrero a las 19,30 a la presentación de la exposición de Leticia Vera
Autorretrato de estancias.
Leticia Vera es todas sus mujeres y todas sus mujeres son ella. Reflejándose ella en el papel refleja el mundo entero. Dejando bruscamente de vivir para sí misma, es capaz de hacer de su personalidad un espejo, de tal suerte que su vida se refleje en ella, dado que, como decía Proust, el genio consiste en el poder reflectante y no en la calidad intrínseca del espectáculo reflejado. Mujeres solitarias que, tal vez debido a su soledad, juegan con el mundo que crean en torno: la mujer carrusel, la mujer maga, la mujer fatal, la mujer destructora, la mujer látigo, la mujer tiránica, la mujer abandonada, la mujer indefensa, la mujer sensual, la mujer títere, la mujer muñeca, la mujer maniquí, la mujer florero. Y en cada una de ellas perviven también todas las demás. Todas conviven en cualquiera de ellas y todas se matan a cada instante.

Leticia Vera no pinta otra cosa más que autorretratos. Es decir, va encadenando estados de ánimo para así poderse conocer. Aun cuando pinta paisajes desolados no hace sino pintarnos el retrato de un alma que se siente así, deshabitada y vacía. Por eso todos sus dibujos se parecen, y todos son distintos. Un impulso la empuja a repetirse porque, en Leticia Vera, la repetición es diferencia. Vuelve siempre sobre ella para llegar un poquito más allá.

Leticia Vera tiene la capacidad de la magia, esa que, con un pequeño golpe de varita, logra modelar la realidad al antojo de su imaginación, infundiendo vida a todo lo que la rodea. Pincelada a pincelada, van emergiendo formas que estructuran un delirio de cuerpos quebrados, como a punto de romperse, de posturas imposibles y secretas puertas que se abren en la piel de los cuerpos, debajo de las mesas, en las sombras, en bombillas cuya luz artificial es la única que ilumina cuando todo se ha quedado a oscuras, en velas que hacen asomar la llama voraz e insaciable del desencanto, en alas demasiado pesadas como para poder volar con ellas, en cabellos que son como abrigos protectores, bajo los que guarecerse de la intemperie, en máscaras resignadas que se ponen cuando ya no queda cara, de tantas veces como se la quitaron, o cuando hay tantas caras en una que es preciso fijar una personalidad mediante una máscara cualquiera.

Todo esto se puede encontrar en la obra de Leticia Vera. Pero yo sé que el resultado de su obra no es sino un proceso vital, de pequeñas resurrecciones diarias, una pertinaz lucha contra el desaliento y la extenuación. No es en el papel donde se lleva a cabo la transformación alquímica, sino antes, en esa otra realidad común a todos que Leticia Vera desmiembra sin necesidad de coger ningún pincel o lápiz, realidad deformada en su caso que igualmente ha de deformar para poder darle una forma expresiva. Esta realidad alucinada, imprevisible, escindida, de la que su imaginación se nutre para fabricarse otra da como resultado, sobre el papel, una realidad absolutamente coherente, regida por unas reglas que, al carecer de patrones en la realidad tomada, nacen de sí mismas y flotan libres en una nebulosa de tintas y colores. Sus pinturas tienen el descarnado lirismo de sus poemas, y sus poemas la quebrada plasticidad de sus pinturas. Y es que Leticia Vera pertenece a ese género de artistas que, si se vieran obligados a hacer arte, no se dedicarían a ello ni unas horas, ni un día. Su arte nace con ella misma, de sí misma y por pura necesidad, y se beneficia de cualquier vía de expresión –fotografía, poesía, prosa, dibujo, pintura- para, a modo de válvula de escape, vaciarse de sí misma, de todo ese mundo de espejos, visiones, miedos, incomprensión y alaridos que nos muestra unas veces con la forma de un zarpazo, otras con la de la caricia, y que, caso de no desahogarlo en el papel, acabaría por desbordarse y estallar en su interior. En este sentido, el camino que Leticia Vera recorre desde la realidad que toma hasta la consumación de la obra artística es el inverso al que la mayoría de los artistas emprenden. Estamos habituados a que el artista tome una realidad vulgar y la convierta en poesía, sublimándola. Pero la realidad que Leticia Vera toma está ya, previamente, tan colmada de poesía, de una poesía tan nueva, tan personal y tan amorfa, que toda su necesaria labor consiste en valerse de las herramientas que proporciona el arte para retorcer esa poesía impuesta, para deformar la deformidad y hallar, de este modo, la forma final que permita, si no comprender, siquiera exorcizar ante el papel una irrealidad inicial, vieja como el mundo, a menudo no asimilable si no es desde un plano artístico. Y es aquí y entonces, trabajando este plano, cuando olvida sabiamente las formas plenas, quiebra sus bordes, sin llegar nunca a destruirlas; cuando es capaz de ver un miembro entero en el muñón de las mutilaciones, cuando lanza blasfemias aterciopeladas contra los dogmas más intransigentes, cuando suma ausencias, fracasos y concavidades para crear ese espejo oscuro en el que se contempla y en cuyas aguas negras consigue vislumbrar un resto luminoso cuya extinción durará tanto como la fuerza de sus ojos.